domingo, 12 de febrero de 2012

Introducción.

El alumando sordo es muy complejo y son muchas las necesidades que se plantean a la hora de trabajar con él en el aula. Es normal encontrarnos perdidos cuando comenzamos a trabajar con esta discapacidad y es por ello que desde mi experiencia intentaré con este blog resumir todo el material con lo el que me he encontrado a lo largo de mis años de experiencias como profesor de apoyo de alumnos con discapacidad auditiva en secundaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
A lo largo de la carrera docente cuando trabajamos con la discapacidad es usual oir palabras como integración, inclusión, adpatación, etc. Son conceptos muy abstractos que sin embargo pueden quedar reflejados claramente en nuestro día a día. ¿Qué es la integración del alumando sordo? ¿Cómo podemos llevarla a cabo?

Pues bien, para explicarlo he decidido comenzar por mostrar un vídeo puesto que para las personas sordas sí que se cumple, en muchas ocasiones, eso de "una imagen vale más que mil palabras".


Tras haceros reflexionar quería acabar esta primera entrada acercándonos al concepto de persona sorda. Es fácil admitir que no todas son iguales, del mismo modo que no existen dos personas oyentes iguales: etnias, vivencias personales, tipo de sordera, edad, sexo, orientación sexual, etc., configuran una propia identidad personal, pero, al mismo tiempo, comparten un denominador común: los aspectos visuales configuran, en mayor o menor medida, su contacto con el medio y encuentran barreras de comunicación en su vida cotidiana.

Según un comunicado de prensa de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) una persona sorda:
Es aquella persona que tiene una pérdida auditiva en mayor o menor grado y que encuentra en su vida cotidiana barreras de comunicación.

            Se entiende por persona sorda, en término general, todas aquellas personas en las que influyen una serie de factores tales como, por ejemplo, en el momento en el que se ha adquirido la pérdida, el entorno en el que se ha desarrollado esa persona… No todas las personas sordas tienen las mismas necesidades, ni hacen uso de los mismos recursos. Hay personas sordas con hipoacusias profundas y quienes tienen restos auditivos funcionales; personas que son sordas postlocutivas (sordera producida después de adquirir el lenguaje) y prelocutivas (sordera producida antes de adquirir el lenguaje); personas con audífonos o implantes cocleares o sin ellos; personas que han aprendido la Lengua de Signos (LS) dentro del contexto familiar y personas que la han aprendido en el entorno escolar o en su asociación; etc. Sin embargo, sí podemos afirmar que todas las personas sordas tienen algo en común: se encuentran con barreras de comunicación en su vida cotidiana, en mayor o menor medida.

            La Federación Mundial de Sordos (WFD) utiliza los siguientes términos:

Persona Sorda: (sordo con “S” mayúscula) se refiere a aquella persona que utiliza la LS como modo de comunicación primario y forma de expresión. Se considera perteneciente a un grupo específico de personas (Comunidad Sorda) con las que comparte valores, experiencias, cultura, etc.

Persona sorda: (sordo con “s” minúscula) Aquella persona con deficiencia auditiva que no se identifica con la Comunidad Sorda y participa en la cultura y en la comunidad mayoritaria (oyente) únicamente a través de la utilización de sistemas de comunicación orales.

            Sin embargo, tras el IV Congreso Nacional de la CNSE (León, 9 y 10 de Junio de  2.006) se aprobaría el uso de la palabra “sordo/a”) siempre con minúscula. Independientemente de si nos referimos con ello a la perspectiva sociocultural o clínica. Es decir: persona sorda, comunidad sorda, etc.

            Este cambio se debe principalmente a que la propuesta original en inglés d/Deaf o Sign Language no se adapta adecuadamente a la gramática de la lengua española, mientras que sí puede admitirse el uso de las mayúsculas en la lengua anglosajona.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define diciendo que:
“Es aquella que no es capaz de percibir sonidos incluso con ayuda de aparatos amplificadores”.


            Pero el concepto de “persona sorda” o deficiente auditivo es un auténtico constructor, similar al de discapacitado y minusválido. Por lo que es quizás esta definición poco apropiada y desde mi punto de vista no acertada ni real.

Fuente: documentos de los cursos de lengua de signos del CSLM de la Universidad de Cádiz, CNSE, CNICE, Delegación de Educación de Cádiz.

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