miércoles, 22 de febrero de 2012

Los juegos de mesa.

Estará dedicada esta entrada exclusivamente a mi experencia y a los resultados de la misma. En primer lugar es quizás difícil no darse cuenta de que en muchas ocasiones los recursos que se emplean para los alumnos con discapacidad auditiva son perfectamente válidos con los compañeros de su grupo y del centro en general. Aceptando esta premisa me toca defender el uso de los juegos de mesa como recurso didáctico. Es quizás mi afición a los mismos lo que me llevo a utilizarlos en la docencia, pero es también las posibilidades reales que en esta tienen las que me hicieron llevarlo a la práctica.
Aunque se huye en este tiempo educativo de la simple memorización es innegable que en los alumnos con discapacidad auditiva es un recurso fundamental en la adquisición de vocabulario. Siguiendo el hilo de otras entradas donde se mencionaba el carácter visual de la cultura sorda se observa que el aprendizaje de vocabulario requiere procesos más complejos que para un oyente. Es aquí donde la memoria entra en juego. Tener que repetirle a mis alumnos con discapacidad auditiva qué significaban vocablos simples, pero fundamentales, me llevo a reflexionar en la necesidad de potenciar de manera directa la capacidad de memorización de los mismos.
Los juegos memorísticos de enlazar parejas con fotografía de cuadros, vocabulario, fórmulas, etc. ayudaban a cumplir esta función a la vez que se introducían nuevos conceptos en el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas.
Además, para el área de matemáticas descubrí un juego que mi hermano me habia regalado en unas Navidades y que unía las matemáticas de operaciones sencillas con estrategias memorísticas si se manipulaban un poco las reglas básicas del mismo.
Hay multitud de ejemplos que pueden llevarnos a desarrollar el trabajo en grupo y forzar la comunicación entre alumnos con discapacidad auditiva y los que no, del mismo modo que forzar a desarrollar la competencia comunicativa en los primeros.
Otro ejemplo de ello podría ser el juego Érase una vez...donde nuestros alumnos deberán ir creando historia a través de diversos elementos que irán apareciendo a lo largo del juego a la vez que deberán ir memorizándolos.
Juegos clásicos como el tabú pueden ayudarnos en clase de lengua a forzarlos a escribir redacciones y definiciones utilizando palabras distintas a las habituales.
Usar el juego como modelo de aprendizaje es vital en alumnos con discapacidad auditiva en el aprendizaje de la lengua española a la que se acercan de una manera diferente al no formar parte de su mundo natural.

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